Días de lluvia y azúcar

Los días de lluvia siempre tuvieron ese encanto especial que tanto me gusta. Todo se ve en escala de grises y la mínima nota de color sobresale ante mis ojos como un estallido de luces artificiales. Nuestras sombras nos abandonan y todo se matiza como si caminásemos solos por el mundo. El paisaje parece un cuadro puntillista descolorido. Sobre todo cuando se me mojan las gafas!! Pero siempre tiene ese toque especial de morriña y nostalgia que me incita más que nunca a coger mi cámara... aunque casi nunca lo haga....